Hace un par de días me encontraba leyendo una acalorada discusión en el portal de uno de los más prestigiados sistemas de administración de contenidos, sobre si ese producto debería o no ser optimizado para impulsar aún más el posicionamiento en buscadores de los sitios web desarrollados bajo esta plataforma y en qué tiempo debería integrarse esa facilidad. En un momento de la lectura me cuestioné qué opinaríamos en La Republica Dominicana sobre este tema y, sobre todo, si tendríamos en general la experiencia y los conocimientos suficientes para comprender de qué se estaba hablando en ese foro.
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Las preguntas que me formulé a mi mismo fueron más allá del tema en cuestión sobre posicionamiento de páginas web en buscadores y de las técnicas existentes para lograrlo. Estos cuestionamientos me ayudaron a descifrar el común denominador de todos estos especialistas que estaban participando en el foro. Todos ellos deseaban alcanzar la máxima promoción de los sitios web, los de sus propios negocios o los de sus clientes, con acciones concretas que pudieran ser implementadas no en futuro sino en el presente, de ser posible ese mismo día.
Esa notable prisa y sentido de urgencia por implementar soluciones eficaces, contrasta con el poco dinamismo y moderado entusiasmo con el que actuamos en muchas ocasiones las empresas en La Republica Dominicana y, me atrevería a proyectar, en el resto de América Latina. Por lo general no tenemos prisa, nunca tenemos premura. Siempre estamos planeando y siempre hay suficiente tiempo para tomarnos un par de meses más para pensar las cosas, retrasar las decisiones y entrar en acción, mañana.
Es muy raro escuchar que el proyecto deberá iniciarse en el término de una semana y que se requiere tomar una decisión máximo en 48 horas. Por lo general, siempre hay suficiente tiempo para planear las cosas y los clientes, los suyos y los nuestros, pueden esperar cinco o seis meses para poder consultar en línea la información de los productos y servicios que nuestras empresas ofrecen y que ellos requieren hoy. Siempre habrá ese tiempo.
Los programas de promoción web toman un tiempo en dar resultados, de seis a doce meses en promedio, y es muy difícil acortar ese tiempo. Si a eso añadimos el tiempo de planeación y ejecución del proyecto, los beneficios serán obtenidos probablemente un año después de la fecha en la que nos decidamos implementar una campaña de marketing por Internet. Si consideramos además la propia evolución de las tecnologías, estaremos entonces implementado supuestamente tecnología de punta cuando en otras regiones probablemente están saliendo ya al mercado con soluciones más avanzadas.
Como un ejemplo palpable de lo que estamos hablando, la promoción de negocios en Internet ha sido un reto difícil de afrontar en nuestro país y nos estamos quedando muy cortos en las campañas de mercadotecnia por Internet, ya que nos hemos limitado exclusivamente a diseñar los sitios web y no hemos prestado la debida atención a la promoción de los mismos, que es una actividad adicional tanto o más importante que el propio diseño de las páginas web.
"Las empresas hacen su mayor esfuerzo por diseñar las mejores páginas web para que los clientes los visiten, pero qué caso tiene este esfuerzo si no promueven el sitio para lograr que efectivamente esos clientes potenciales localicen sus páginas web y los visiten" - comentaba muy atinadamente uno de los especialistas SEO (search engine optimization) que participaba activamente en este foro.
En efecto, nos hemos tardado mucho tiempo, primeramente en aceptar la necesidad de promover las páginas web, luego en asimilar que el posicionamiento en buscadores es muy complejo, tan complicado que a veces los propios especialistas SEO no logran entender los intrincados algoritmos que emplean los motores de búsqueda como Google y Yahoo! para determinar las posiciones de las páginas web en las listas de resultados.
Nuestra inocencia llega en ocasiones a tal grado que nos entregamos al primer diseñador que nos solicita una lista de frases clave como si fuese una especie de carta a Santa Claus, a aquél que nos promete registrarnos en 1000 motores de búsqueda o al diseñador web que nos promete alcanzar la primera posición en dos meses sin ni siquiera antes haber estudiado técnicamente nuestro sitio web. En un escenario así, es muy fácil caer en manos de agencias que aplican técnicas no éticas para promoción de páginas web.
Probablemente los mayores contrastes entre las campañas de marketing por Internet de las empresas en La Republica Dominicana y sus similares en países con economías más desarrolladas, sean la visión ante el proyecto, el sentido de urgencia, la definición del alcance de las campañas (en la Republica Dominicana enfocamos todavía nuestros esfuerzos al diseño gráfico y no a la promoción) y por supuesto los presupuestos de inversión, porque en materia de la tecnología en sí, las soluciones están definitivamente al alcance de todo el mundo.
Si Usted no lo sabía, las páginas web requieren promoción y esta actividad es la que más preocupa y a la que más destinan recursos las empresas que buscan ser líderes en este nuevo entorno de comercialización que es el Internet. Basta una visita a cualesquiera de los foros de las firmas y organizaciones líderes en Internet, para darse uno cuenta del tipo de soluciones que el mercado está necesitando en estos momentos para poder promover eficazmente un producto o servicio.
¿Desea más información? Favor de enviar una solicitud de cotización del proyecto.
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